Borrar
El renacer del 'fantasma' del bosque

El lince ibérico ha vuelto

El renacer del 'fantasma' del bosque

Hace apenas unos años, este animal tan emblemático de nuestro país estaba al borde de la extinción. Llegaron a ser menos de cien en 2002, pero ahora el lince ibérico supera los dos mil individuos. Su regreso no es ningún milagro ni una casualidad: es el resultado de un trabajo silencioso y de un compromiso entre biólogos, técnicos y vecinos en lugares como la Sierra de Andújar, el hogar de Oligisto, la lincesa que lo cambió todo.

Viernes, 01 de Agosto 2025, 10:22h

Tiempo de lectura: 5 min

En silencio, una sombra aparece entre las altas hierbas quemadas por el sol. Se mueve con sigilo. Su mirada es intensa, propia de quienes han visto desaparecer a los suyos. Sale al descubierto y se sienta con elegancia sobre una piedra, caliente por el sol de la mañana.

En 2024 se alcanzó un récord histórico: 2401 linces en la Península. La especie dejó de estar en 'peligro crítico' para ser considerada 'vulnerable', pero el margen es estrecho

«Se llama Oligisto», informa Tomás Cerón Espejo, biólogo y una de las personas que mejor conocen a los linces que habitan la Sierra de Andújar, tras años de trabajo y lucha por su conservación, mientras la observa con orgullo, como si fuera la primera vez. La lincesa, de siete años, se deja bañar por los primeros rayos del amanecer. «Oligisto es de las pocas que esquivó la extinción que redujo al lince ibérico a apenas 97 ejemplares en libertad», susurra, sin apartar la mirada del animal.

alternative text
La primera camada. Durante años fue solo una sombra entre las jaras. Esquiva, solitaria, sin descendencia conocida. Hasta que, en 2022, Oligisto rompió el silencio y parió su primera camada. Otra en 2023. Y lo mismo en 2024. Camuflada entre la hierba seca de la Sierra de Andújar, observa lo que la rodea en silencio antes de avanzar.

Durante años, Oligisto se convirtió en un enigma. Esquiva y territorial, se movía entre las sombras, sin dejar rastro. A pesar de su edad, no se la conocían camadas y parecía condenada a la desaparición. «La situación de Oligisto era crítica, como la del resto de los linces que aún sobrevivían en esta sierra –cuenta Tomás–. Gracias al trabajo de conservación y a programas como LIFE Iberlince y a la reintroducción en su hábitat del conejo de monte, Oligisto parió su primera camada en 2022 y tuvo cuatro cachorros: dos machos y dos hembras. Volvió a hacerlo en 2023. Y también en 2024».

alternative text
El regreso. A comienzos de siglo, el lince ibérico estuvo al borde de la extinción: quedaban solo 97 ejemplares en toda España. Hoy, más de 2000 recorren sus antiguos territorios.

De la noche a la mañana, aquella hembra que parecía estéril se tornó símbolo de la recuperación de la especie. Una de sus hijas, Tirene, fue trasladada a Doñana en un programa de refuerzo poblacional. Los linces de Andújar, por su mayor diversidad genética y su menor grado de consanguinidad, son especialmente valiosos porque permiten reforzar poblaciones debilitadas. En 2024, el censo oficial alcanzó un récord histórico: 2401 ejemplares en la Península. De ellos, 2047 en España y 354 en Portugal. La cifra incluye 1557 adultos y subadultos, y 844 cachorros nacidos ese año. También 470 hembras reproductoras territoriales, un dato decisivo para garantizar la continuidad genética. La especie ha dejado de estar en 'peligro crítico' para ser considerada 'vulnerable', pero el margen sigue siendo estrecho. Para lograr una recuperación real, se estima que harían falta entre 4500 y 6000 ejemplares, con al menos 1100 hembras fértiles. El riesgo sigue ahí.

alternative text
Compartir y respetar. Los visitantes pueden observar al lince sin interferir en su comportamiento gracias a los proyectos que apuestan por un ecoturismo responsable.

Por ello, Miryam Pérez Lara, con más de treinta años sobre el terreno como técnica superior en Gestión Forestal y del Medio Natural, continúa trabajando en la Sierra de Andújar. Acompañada de sus prismáticos y su cuaderno de campo, sigue la evolución de los linces. Anota desplazamientos, nacimientos, emparejamientos, patrones de comportamiento; conoce a cada ejemplar por su nombre, por sus huellas, por la forma en la que cruzan un claro o marcan su territorio.

Muchos cazadores y propietarios de fincas han ayudado a la conservación, reservando zonas para que el lince pueda moverse, alimentarse y criar sin interferencias

«Entramos en un momento clave para la evolución de la especie –señala–. El lince se enfrenta hoy a dos grandes amenazas: el riesgo de atropello, porque ha ampliado su territorio a zonas que no están protegidas ni adaptadas, sin señalización ni pasos de fauna; y que, al haberse extendido en busca de nuevos espacios fuera de parques y reservas, se vuelve más vulnerable al furtivismo, los venenos o los lazos», explica Miryam Pérez Lara.

alternative text
Buscar un hogar. En búsqueda de nuevos territorios, los linces se acercan a zonas habitadas. A veces cruzan patios, bordean caminos; siempre buscando un lugar donde quedarse.

Paradójicamente, parte del éxito en esta recuperación se explica por el compromiso de muchos cazadores que han sabido convivir con la conservación. En numerosas fincas privadas, los propietarios y los gestores cinegéticos han reservado zonas específicas para que el lince pueda moverse, alimentarse y criar sin interferencias. Han colaborado, además, en la repoblación del conejo de monte y a mantener el equilibrio del ecosistema.

En los últimos años han aparecido otras iniciativas como el Proyecto Gato Clavo, impulsado por Antonio Rodríguez González, que ha convertido un cortijo y sus 50 hectáreas en un refugio para linces, restaurando el hábitat, repoblando de conejos silvestres y mejorando los corredores ecológicos. Donde antes había pastos degradados, hoy revive el monte mediterráneo. Y donde apenas se veían rastros, los linces ahora marcan territorio.

alternative text
Un eslabón clave. El conejo de monte, diezmado por plagas y la presión humana, es su alimento principal. Recuperar al lince pasaba por devolver al roedor su lugar en el ecosistema.

Allí, los aficionados a la naturaleza pueden fotografiar linces en libertad sin interferir en su comportamiento. Antonio ha replicado el modelo que conoció en reservas privadas de Kenia, Tanzania, Sudáfrica o Costa Rica, adaptándolo al contexto de la sierra.

alternative text
Linces atropellados. La carretera que une Úbeda con La Carolina, donde han muerto varios linces en los últimos años, parte en dos su territorio. Los atropellos son, de hecho, su gran amenaza.

«La idea es sencilla: convertir la observación respetuosa de fauna en fuente de ingresos para sostener el esfuerzo conservacionista», explica. Una idea clave en un momento en el que el lince, tras superar el peligro crítico de extinción, recibe menos fondos públicos para su conservación. «Hacer rentable la protección, asegurar el futuro con los propios medios –señala Antonio Rodríguez–. Transformar al visitante en herramienta de conservación es fundamental para el futuro de la especie».

alternative text
Los años de silencio. Tomás y Miryam han estado con el lince en sus momentos críticos y en su recuperación. Trabajan en silencio y con paciencia.

La recuperación no solo ha cambiado el paisaje, también ha dado un impulso inesperado a la economía local. Cada año llegan más entusiastas del ecoturismo y la fotografía de naturaleza, lo que da pie a nuevos negocios: guías especializados, alojamientos rurales, empresas de rastreo, puntos de avistamiento... Entre ellos, el complejo turístico Los Pinos es todo un emblema. Hotel, restaurante y punto de encuentro, es lugar de paso obligatorio para turistas, fotógrafos y biólogos. Allí atiende don Ramón con una sonrisa. «Antes venían cazadores y trabajadores de la zona –cuenta–. Ahora, la mayoría son ecoturistas todo el año, sobre todo en enero y febrero, cuando más se mueven estos animales».

Y es que, como se puede apreciar, el lince ya no es solo una especie en recuperación: es también motor de vida y oportunidad para una comarca que ha aprendido a mirar su entorno con otros ojos.

MÁS DE XLSEMANAL