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El origen anticapitalista del Monopoly

90 aniversario de un juego universal

El origen anticapitalista del Monopoly

La desposeída Escritora y feminista activa, Elizabeth Magie creó 'El Juego del Propietario' (precursor del Monopoly) en 1904. Años después se apropiaron de su invento.

El Monopoly cumple 90 años, aunque en verdad tiene muchos más. Charles Darrow, la primera persona que se hizo millonaria con un juego de mesa se aprovechó, en realidad, de la idea de una mujer, Elizabeth Magie, que pretendía denunciar con su invención los peligros e injusticias del sistema capitalista.

Viernes, 18 de Julio 2025, 11:29h

Tiempo de lectura: 3 min

Comprar, negociar, especular, forrarse y, por supuesto, acabar en la cárcel. Monopoly, el célebre juego, este año nonagenario, es una metáfora del capitalismo desenfrenado. Con más de 300 millones de unidades vendidas es, de hecho, el juego de mesa más vendido de la Historia.

Magie quería que los jugadores reflexionaran sobre el modo en que la sociedad capitalista empobrece a la mayoría y enriquece a unos pocos

Disponible en 114 países y casi 50 idiomas, con más de 3000 versiones (de Star Wars, de Juego de Tronos, de Fortnite, por regiones o ciudades...), el Monopoly fue en sus orígenes, sin embargo, un juego educativo para que los jugadores reflexionaran sobre el modo en que la sociedad capitalista empobrece a la mayoría y enriquece a unos pocos.

Lo creó la escritora estadounidense Elizabeth Magie, en 1904, bajo el nombre The Landlord's Game (El Juego del Propietario), inspirada por el libro Progreso y pobreza (1879), de Henry George, un emblemático economista que defendía que la tierra pertenece a toda la humanidad y que postulaba la regulación o la propiedad estatal de los monopolios.

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La versión original. El juego primigenio creado por Elizabeth Magie se llamaba The Landlord's Game (El Juego del Propietario) y constaba de dos modos de juego: uno en el que ganaban todos y otro, 'monopolista', en que un sólo jugador llevaba a la ruina a todos los  demás.

El juego constaba de dos modos: con reglas de 'prosperidad' o de 'monopolistas'. En el primero ganaban todos los jugadores en pos de un objetivo comunitario; en el segundo vencía aquel que se quedaba con todo el capital y propiedades de los demás.

Impulsado por universitarios, comunidades de cuáqueros (conocidas por su integridad en los negocios) y activistas, el juego se hizo popular y llegó a manos de un tal Charles Darrow, un vendedor de radiadores enviado al paro por la Gran Depresión en 1929, que vio allí la oportunidad de su vida. Darrow hizo una versión solo con las reglas 'monopolistas', en 1935 se lo vendió a la juguetera Parker Brothers y se convirtió en el primer millonario gracias a un juego de mesa.

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El espabilado. Charles Darrow, un vendedor de radiadores empujado al paro por la crisis de 1929, modificó  el juego y lo vendió a la juguetera Parker Brothers, pero solo con las reglas 'monopolistas'. Fue el primer millonario gracias a un juego de mesa.

El antiguo vendedor, de hecho, figuró como creador hasta los años setenta, cuando la verdad salió a la luz. Una victoria pírrica para Magie, autora de una invención que hoy anima a celebrar los valores opuestos a los que ella defendió.

Un juego universal

Con más de 30.000 millones de billetes, el dinero del Monoply es la moneda en papel más impresa del mundo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los prisioneros de guerra británicos recibían de la Cruz Roja versiones del juego modificadas, con mapas ocultos, brújulas y dinero real para facilitar fugas.

El icono del millonario con sombrero de copa,... Leer más

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