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Lunes, 22 de Julio 2024, 09:41h
Tiempo de lectura: 3 min
Las apuestas deportivas tienen una rica historia que se entrelaza con la cultura popular y la pasión por el deporte. Sus raíces son milenarias: los griegos ya practicaban esta actividad. De hecho, existen evidencias de que, durante los Juegos Olímpicos de entonces, el público ya apostaba entre ellos. Aunque el acto de apostar moderno –tal y como lo conocemos hoy– tiene su origen en las carreras de caballo, en concreto en las del condado de Derby de 1780, no fue hasta los siglos XIX y XX cuando esta actividad se popularizó gracias a los deportes de juego en equipo, principalmente el fútbol. Así fue como se sentaron las bases de las apuestas, una práctica que se extendió por todo el mundo y que, con el tiempo, se ha reglamentado y adaptado a criterios contemporáneos convirtiéndose en uno de los negocios millonarios a nivel global.
1370 A. C.
Se cree que los espectadores de los Juegos de la Antigua Grecia ya apostaban. En cualquier caso, el deporte estaba muy profesionalizado y en algunas competiciones los atletas recibían premios como 50 ánforas de aceite, con un valor de unos 35.000 euros actuales.
SIGLO I D. C.
Las primeras evidencias escritas de las apuestas deportivas datan de Roma. El escritor Juvenal menciona «a los gritones y audaces que jalean las carreras de cuadrigas en compañía de jóvenes hermosas». Y Tertuliano describe el nerviosismo de los apostantes.
1790
Harry Ogden se convierte en el primer corredor de apuestas de la historia. Operaba desde un hipódromo. Las apuestas en las carreras de caballos causan furor y contagian a otros deportes. El Gobierno inglés aprobará una ley del juego muy restrictiva en 1845.
SIGLO XIX
El deporte que congregaba multitudes en tiempos decimonónicos era el remo. Las orillas de los ríos se llenaban de gente para ver la competición y para apostar. Las mafias corrompieron a los remeros, y la gente perdió el interés por un deporte amañado.
1896
Pierre de Coubertin rescató los Juegos Olímpicos, limitándolos a deportistas aficionados, para preservar la limpieza del deporte. Por cierto, los Juegos de la Antigua Grecia habían sido prohibidos en el 394 después de Cristo por «inmorales».
1919
Las series mundiales de béisbol enfrentaban a los Chicago White Sox y a los Cincinnati Reds. Un apostante profesional sobornó a ocho jugadores de los White Sox, a los que pagó 10.000 dólares por cabeza. Fueron sancionados de por vida. Fue el mayor escándalo deportivo de la época.
1961
El Gobierno inglés legaliza las casas de apuestas, y la industria se dispara. Se abren 15.000 locales en el Reino Unido. Este tipo de locales llegarán medio siglo más tarde a España, donde han proliferado como setas en la última década.
2012 EN ADELANTE
El negocio de las apuestas se globaliza gracias a Internet. Operadores como Betfair, Bwin o Bet365 operan a nivel mundial. Hoy hay más de 8000 casas de apuestas en el mundo, la mayoría con sede en paraísos financieros. El negocio supera el medio billón de euros.
SIGLO XXI
La tecnología del 'streaming' y los algoritmos permiten apuestas en directo muy sofisticadas. Los operadores contratan a talentos de Wall Street y la City, que aplican técnicas de los fondos de alto riesgo para fijar las 'odds' (probabilidades) y los premios por apuestas acumuladas.