Clearview, la polémica app que nos controla No te imaginas la de veces que sale tu cara en Internet (ni quién la está utilizando)

La plataforma norteamericana Clearview cuenta con una base de datos monstruosa: los rostros de cientos de millones de personas de todo el mundo. Iniciada en secreto y sin permisos, el FBI la utiliza para detectar sospechosos. Aunque en Europa está prohibido su uso, ya le han caído multas en Francia, Italia, Austria, Grecia, Reino Unido Suecia…
Viernes, 03 de Noviembre 2023
Tiempo de lectura: 6 min
Da igual que seas un ciudadano ejemplar, que no tengas antecedentes penales y que no hayas posado para un archivo policial. Es casi seguro que Clearview ya te tiene fichado. Clearview es una controvertida aplicación de búsqueda que usan el FBI y más de tres mil departamentos de Policía y agencias gubernamentales de Estados Unidos. Viene a ser algo parecido a un 'Google de fotos' para identificar a sospechosos. Tú, yo… todos lo somos en potencia.
La empresa que le proporciona esta plataforma a las autoridades norteamericanas, Clearview AI, mantiene una base de datos monstruosa que ya va por los 30.000 millones de imágenes y que no deja de crecer. La compañía la inició en secreto hace seis años y desde entonces la ha ido engordando con todas las imágenes que ha podido 'pescar' en Internet.
En esa plataforma, sin fronteras ni supervisión, están los preciosos datos biométricos de los rostros de cientos de millones de personas de todo el mundo. Es posible que el tuyo también esté ahí. Aunque se trate de una foto o un vídeo de tus redes sociales, aunque salgas borroso, estés oscuro o rodeado de gente. La inteligencia artificial (IA) habrá catalogado tus rasgos y podrá recuperarla para comprobar si coincide con las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia de una gasolinera o de un cajero en el curso de una investigación.

Clearview no te ha pedido permiso ni a ti ni a nadie. Tampoco a Twitter, Google, Facebook o YouTube, que, al descubrir que estaba recopilando imágenes de sus sitios, le han exigido que las elimine. La respuesta de Clearview fue que solo ha accedido a fotos públicas. Además, recalca, su tecnología no está destinada al público en general, sino solo a las fuerzas del orden. La Policía estadounidense ha realizado al menos un millón de búsquedas con esta aplicación. El funcionamiento es sencillo. Las autoridades cargan una imagen del rostro de un sospechoso y el software proporciona coincidencias con fotos en línea. Esta herramienta ya ha contribuido a la resolución de varios casos de asesinato.
El hombre en la sombra
¿Pero quién hay detrás de esta compañía que prefiere no cotizar en Bolsa y que no revela la identidad de la mayoría de los inversores? Su cara visible es Hoan Ton-That, un informático australiano de 35 años y origen vietnamita que abandonó la universidad y emigró a San Francisco, donde se movió en círculos alternativos. Creó unas cuantas aplicaciones para iPhone que pasaron sin pena ni gloria; entre ellas, una que les cambiaba el peinado a los usuarios, y les ponía el de Donald Trump. En 2009, sin embargo, trascendió que una de sus apps contenía un virus que inundaba de spam los contactos de correo electrónico. Fue investigado y Ton-That se trasladó a Nueva York, donde intentó reinventarse.
En 2016, Ton-That conoció al que acabaría siendo su socio en Clearview, Richard Schwartz; un 'fontanero' de la política que había hecho carrera en el Ayuntamiento de Nueva York. Schwartz era el dueño de un filtro de Internet para evitar que los menores accedan a porno, pero que también bloqueaba sitios progresistas y de organizaciones de derechos civiles. Ton-That y Schwartz forman una extraña pareja empresarial. Pensaron que la tecnología de reconocimiento era un nicho prometedor y tiraron de contactos; entre ellos, de Peter Thiel, el magnate libertario e ideólogo del trumpismo que les firmó el primer cheque: 200.000 dólares para contratar a un programador y a un ingeniero de software.

El gran fichaje fue Terence Liu, un ejemplo de la fuga de talentos que sufre China. Graduado por la Universidad de Nankín, hizo el doctorado en Estados Unidos… y se quedó. Liu es el responsable del algoritmo, capaz de identificar, según la compañía, un rostro entre millones con una tasa de acierto del 99,8 por ciento. Está basado en una red neuronal que se va perfeccionando con el uso y que ya es incluso capaz de distinguir entre hermanos gemelos.
Clearview se lanzó en 2017. Durante años funcionó en modo incógnito para clientes selectos. Y hubiera seguido así de no ser por Kashmir Hill, una periodista de The New York Times que destapó sus prácticas. Según Hill, las grandes tecnológicas pueden cruzar fotos en sus gigantescas bases de datos, pero no se han atrevido. «Lo que diferenciaba a Clearview es que era una start-up sin nada que perder y todo por ganar. Su ventaja competitiva fue crear una base de datos lo más grande posible antes de que nadie pudiese alcanzarlos».
Este algoritmo es capaz de identificar un rostro con una tasa de acierto del 99,8 por ciento. Da igual que la imagen esté oscura o borrosa, te localiza
Hill acaba de publicar Your face belongs to us ('Tu cara nos pertenece'), libro en el que revela que la Policía no fue la primera opción que los dueños de Clearview tenían en mente para su producto. «Pensaban que podía interesar a casinos, inmobiliarias... Un conocido con amigos en la Policía de Nueva York les propuso que probaran allí. Me sorprendió que la Policía pudiera descargar esta herramienta no verificada en sus teléfonos y comenzar a usarla por libre en sus investigaciones. Pero sucedió así».
Se corrió la voz entre las fuerzas policiales de que funcionaba de maravilla. Y su fama trascendió fronteras. Primero a Canadá, donde ha sido prohibida. Y luego a Europa, donde está coleccionando multas millonarias de las agencias de protección de datos de Francia, Italia, Austria, Grecia…
Su uso es ilegal en la Unión Europea y en el Reino Unido, aunque hace unas semanas Clearview se libró de una sanción de 7,5 millones de libras (8,6 millones de euros) porque un juez dictaminó que las leyes británicas no tienen jurisdicción sobre el uso de las tecnologías de extracción de datos por parte de agencias de seguridad de terceros países. En Suecia, sin embargo, la que ha sido multada por usar la aplicación fue la Policía Local (300.000 euros). Y Ucrania utiliza Clearview para identificar a los soldados enemigos y a los fallecidos de ambos bandos.
Vigilancia en tiempo real
A raíz del escándalo, la compañía ha cancelado sus planes de expansión internacional. Matthew Guariglia, de la Fundación Frontera Electrónica, señala que «existe un temor fundado a que un agente de Policía saque su teléfono en una manifestación, haga fotos y obtenga sus identidades». Pero Ton-That asegura que es un mito que se esté usando para vigilancia en tiempo real.
«El software está diseñado para usarse después de que se haya cometido un delito. Es reactivo, no proactivo». Pero la competencia es feroz. China lidera las exportaciones de tecnología de reconocimiento facial. Y, según un informe del MIT, Harvard y la Institución Brookings, ya ha exportado su tecnología a 136 países, vinculada en la mayoría de los casos a la videovigilancia urbana. Las cámaras públicas con reconocimiento facial en calles, estadios y estaciones son una práctica habitual en muchas ciudades chinas… ¿Lo acabarán siendo también en el resto del mundo?
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