Viernes, 12 de Enero 2024, 10:03h
Tiempo de lectura: 1 min
El año entrante siempre puede ser peor que el que ya se ha ido, pero casi nadie contempla esta posibilidad. La esperanza y el optimismo son mayoritarios en todas partes de Occidente, al menos hasta que enero dobla la esquina. Luego ya cada uno se vuelve a su barrio.
Los optimistas siguen erre que erre, inasequibles al desaliento pese a las trompadas de los lunes y los jueves; y los más oscuros se van ennegreciendo, pasando pronto del color del huitlacoche al de unos buenos calamares en su tinta.
Lo que diferencia la cocina de otros ámbitos de la de la vida diaria es que todo siempre tiene remedio. No hay pan duro. Lo que falta es imaginación, recuerdos o ganas de trabajar un poquillo
Lo que diferencia la cocina de otros ámbitos de la de la vida diaria es que todo siempre tiene remedio. El optimismo puede triunfar el año entero y de las mismas se puede ser solidario con el planeta azul que nos cobija y que tanto sufre. De unos restos de carne asada, superviviente de varios días de nevera, aún se pueden esperar unas buenas croquetas o una ropa vieja, y con lo que quedó del pollo de anteayer se puede triunfar a lo grande con un caldo o con una ensalada César. No hay pan duro. Lo que falta es imaginación, recuerdos o ganas de trabajar un poquillo.
Con la hogaza que trajo el cuñado de la última tahona de moda en el barrio salen treinta platos, desde migas, pasando por sopas de ajo, torrijas o un pudín de pan. Eso sin meternos en líos técnicos de fermentaciones o uso de hongos como el koji, que generan enzimas con las que podemos obtener desde misos de pan hasta bebidas con y sin alcohol. En cuanto algo se ponga feo o sin aparente remedio, pongámonos manos a la obra. Seguro que en la cocina se nos ocurre alguna solución y si no, al menos, tendremos lista una buena cena.
-
1 Alba Díaz: «Las Berrocal nos parecemos más a las Kardashian que a las Campos. Van mejor maquilladas»
-
2 Lo que se cuece en la España vaciada
-
3 ¿Cómo negociar con Trump? «No tenemos que luchar contra la locura, sino ignorarla»
-
4 Una agresión cada diez horas: «Me arrastró por el suelo y me arrancó un mechón de pelo»
-
5 Cómo acabó un vasco almorzando en la foto más famosa de los rascacielos de Nueva York
-
1 Alba Díaz: «Las Berrocal nos parecemos más a las Kardashian que a las Campos. Van mejor maquilladas»
-
2 Lo que se cuece en la España vaciada
-
3 ¿Cómo negociar con Trump? «No tenemos que luchar contra la locura, sino ignorarla»
-
4 Una agresión cada diez horas: «Me arrastró por el suelo y me arrancó un mechón de pelo»
-
5 Cómo acabó un vasco almorzando en la foto más famosa de los rascacielos de Nueva York