Una mujer que siempre estuvo junto a los suyos
Murcia, 3 de septiembre de 2020
Obituario Amparo Rojo Guillamón
El corazón de Amparo Rojo (Ricote, 1925), más conocida como 'Amparín de Trinidad', dejó de latir hace unos días. En el entierro y en la posterior misa, celebrada en la iglesia de San Sebastián, el sacerdote recordó la figura de esta gran mujer, de la que destacó «su fino carácter» y su generosidad, ya que colaboró durante toda su vida en «miles de acciones solidarias».
Siempre junto a su marido, el otorrinolaringólogo Antonio Abenza Lerma, Amparo se convirtió en su principal apoyo como colaboradora y auxiliar en la consulta médica de la plaza de España de Ricote. «Fue su fiel esposa», recordó su hijo José María, médico forense y profesor de Medicina Legal en la Universidad Complutense de Madrid.
Amparo Rojo siempre vivió en Ricote, donde pasaba largas temporadas en su finca situada en el paraje de La Cuerda. El resto del año lo hacía en Madrid. Familia muy conocida en el pueblo, el Ayuntamiento de Ricote rindió un merecido homenaje a su marido el 17 de abril de 2006, acto que contó con el respaldo del resto de municipios del Valle de Ricote. Además, el exalcalde Adolfo Guillamón nombró pregoneros de las fiestas en enero de 2003 a los hijos de Amparo, José María y Celia. Esta última fue directora general de Protección Civil y secretaria general del Instituto de las Fuerzas Armadas, y además ostentó el título de 'Ricoteña ausente y añorada' en 2009.
«Fue una mujer de un finísimo sentido del humor, una persona de porte muy distinguido y señorial, fascinante, y con un irresistible y seductor encanto personal», dijo su primo Alberto Guillamón. Amparo Rojo era la última superviviente de la saga de los 'Chifarras'. En sus últimos días, vio cumplido su deseo de ser velada unas horas en su domicilio.