Un profesional exhaustivo con una sólida formación jurídica
Murcia, 24 de octubre de 2020
Obituario Juan José Bernal-Quirós Casciaro
La odiosa pandemia que nos agobia ha arrebatado en Madrid la vida del registrador de la propiedad y mercantil jubilado Juan José Bernal-Quirós Casciaro, quien fuera en nuestra región titular de los Registros de la Propiedad de Cartagena 2 y Murcia 8.
Nacido en Murcia, donde cursó brillantemente los estudios de bachillerato en el Colegio Maristas, se licenció en Derecho en Madrid, en cuya facultad fue uno de los alumnos predilectos y colaborador en sus seminarios del gran civilista don Federico de Castro e ingresó en el Cuerpo de Registradores de la Propiedad y Mercantiles en la promoción de 1968.
Conocidos con anterioridad, se fortaleció nuestra amistad cuando ambos, en 1982, tomamos posesión del registro de Cartagena con el encargo de ejecutar la división material del hasta entonces registro único. Sin su experiencia hubiese resultado mucho más difícil para mí, con pocos años entonces de ejercicio profesional, asumir la titularidad de la oficina registral de una ciudad tan importante y de vida jurídica tan compleja.
Durante estos años fui testigo de su sólida formación jurídica y profesionalidad: conocía la oficina registral hasta en sus más pequeños detalles y asumía su gestión sin considerar nimia cuestión alguna. Era exhaustivo en su trabajo, examinando el negocio jurídico objeto de calificación desde todas las perspectivas posibles, y sus estudios constituían verdaderos tratados en que no pasaba desapercibido ningún aspecto de la materia analizada.
Hombre de extraordinaria sencillez, dedicó su vida al trabajo y a su familia, encontrando siempre tiempo para atender las dudas que muchos le planteábamos; tiempo que robamos a Esperanza, su mujer, y a sus hijos, Espe y Juanjo, a quienes desde aquí envío un cariñosísimo abrazo, conocedores de la generosidad, sentido del compañerismo y afición por el estudio de su esposo y padre.
Próximo ya a mi jubilación, recuerdo con el afecto que nace de la añoranza las reuniones quincenales que celebrábamos los jueves alternos, primero en la modesta sede de la academia de preparación de oposiciones a Registros y Notarías, y después en la del Decanato Autonómico del Colegio de Registradores.
Llevábamos a ellas las cuestiones complejas que se habían presentado en nuestras distintas oficinas para su análisis en común y se escuchaban con especial interés las opiniones de Juan José que, como fruto de años de estudio y trabajo, no solo aportaban luz, sino también una base sólida para seguir meditando.
La vida profesional nos separó en la geografía, pero siempre disfrutamos de las ocasiones del reencuentro en las que no dejaba de sorprenderme su interés por la vida registral pese a que ya se encontraba jubilado. No te dije en ellas algo que no quiero omitir en estas líneas: querido Juanjo, muchas gracias por el obsequio de tu amistad. Descansa en paz.