Un compromiso de cofrade

Murcia, 28 de febrero de 2021

Te marchaste sin mediar un previo aviso, querido Alfonso, sencillamente porque Dios así lo quiso. Cuántas veces tú, melómano y romanticón, campechano y un tanto socarrón, gustabas de arrancarte con ese 'Compromiso' de Machín a los postres de una mesa compartida con buenos amigos que te jaleaban y a quienes así deleitabas. El desconsolador vacío que deja alguien tan querido solo puede llenarse recordando la alegría que derramabas y tu bondad, porque fundamentalmente y, sobre todo, has sido en vida un hombre bueno, como certeramente sabemos todos cuantos te tratamos.

Hoy, cuando ya te has ido, tus hermanos de la Esperanza mitigamos la orfandad en que nos dejas sumidos rememorando tu ejemplo, el de un nazareno de pies a cabeza, siempre avalado por tu trabajo serio y responsable, silencioso y alejado de protagonismos, pero siempre constructivo, leal y eficaz; ese compromiso que te hizo dignísimo acreedor de nuestra más alta distinción, la Insignia de Oro de la cofradía. Quienes te conocimos siempre admiramos tu carácter conciliador, tu trato cercano y sencillo, tu amplitud de miras y tu capacidad de diálogo.

Cofrade desde hacía más de 40 años, fuiste fundador del Paso y la Hermandad de San Juan Evangelista, vicesecretario general de la Cofradía y, por último, vocal de tronos y estantes, hasta que resolviste, en una decisión que denotaba tu sencillez y calidad humana, dar un paso al lado para dejar entrada a savia nueva.

Querido Alfonso, has sido y serás un ejemplo para todos y cada uno de los nazarenos que nos honramos en vestir la túnica verde. Hoy, cuando ya nos has dejado, tus hermanos de la Esperanza recordamos ese compromiso de trabajo, de alegría, de bondad y de humanidad que en vida tuviste con todos cuantos te rodeaban. Descansa en paz, querido Alfonso.