Un artista, un maestro
Murcia, 26 de febrero de 2021
Hace unos días nos sorprendió la triste noticia del fallecimiento de Luis de Hoyos Medina (Cieza, 1952), gran artista, gran maestro durante más de 40 años, y gran director y realizador de 180 vídeos educativos. Una maravillosa persona. Tanto, que fue querido por toda la buena gente que se acercó a él como alumno, compañero, admirador de su arte y de su enorme bondad y generosidad. De Hoyos dirigió durante su vida profesional una gran cantidad de proyectos pedagógicos de arte, fotografía, cine, periodismo, teatro y didáctica de la lengua inglesa.
Lo conocí cuando yo tenía solo diez años, con motivo de una exposición de acuarelas suyas en 1974 en Cieza, su pueblo y el mío. Hace unos siete años, tuve la suerte de recuperar el contacto con él con motivo de un proyecto para el Museo de Siyâsa que se realizaría un año más tarde. En febrero de 2015 inauguró en el citado museo su última exposición en su pueblo, que tituló 'Recreaciones de un maestro'. La muestra ocupó 210 metros cuadrados de ese espacio, y con ella dejó ver una retrospectiva de su obra pictórica, escultórica y audiovisual.
Luis ya pensó en las personas que no iban a poder acercarse a ver, físicamente, su exposición y recurrió a internet y a las redes sociales para llegar más lejos. Lo hizo creando un vídeo. Yo tuve el lujo de que me eligiera como comisario de la citada muestra y de colaborar con él en la selección de las obras y en el montaje de las mismas.
La escuela del siglo XXI
Paralelo a esa exposición, él y yo organizamos un curso de sensibilización artística y creatividad para maestros de Educación Infantil y Primaria. Dicho proyecto educativo lo había desarrollado, poco antes ya, en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, dentro de su programa 'ILE: Institución Libre de Enseñanza'. Luis apostaba por que los maestros adaptaran sus métodos a los intereses y necesidades de los niños de hoy, que consiguieran que los alumnos fueran los auténticos protagonistas de su aprendizaje. Quería que apostaran por la imaginación, la creatividad, el arte, que utilizaran en su tarea diaria las tecnologías de la información y la comunicación de una manera creativa. Y que no perdieran la pasión por enseñar. Ese tenía que ser el papel del maestro en la escuela del siglo XXI, que él creía que todavía arrastraba modelos inspirados en la sociedad del siglo XIX.
Varios maestros ciezanos participaron en aquel curso. A Luis le gustaba recordar dos citas de dos grandes autores del siglo XX: «En tiempos de crisis, las emociones son más importantes que los conocimientos», de Albert Einstein; y «todos los niños nacen artistas; el problema es cómo seguir siendo artista al crecer», de Picasso. Dedico estas palabras a la viuda de Luis y a sus hijos.