Un activista de la fe entregado al campo
Murcia, 4 de febrero de 2022
ObituarioMartín López Martínez
Su nieta Laura definió de manera acertada y en apenas cinco minutos al término de su entierro en San Pablo la trayectoria humana, familiar, social y laboral de Martín López Martínez (Abarán, 1931), que falleció el 1 de enero, todavía con la mente puesta en la muerte de su esposa Rosa, ocurrida en octubre.
Tercero de cinco hermanos, Martín contrajo matrimonio con Rosa en 1956, en la misma iglesia donde fue despedido por más de 200 personas, fruto del cual nacieron tres hijas y dos hijos que les proporcionaron diez nietos y cinco biznietos. Si hay alguna palabra que mejor lo define es el trabajo en sus más diversas facetas. Casi toda su vida laboral la desarrolló en Laboratorios Hortel, que fundara el desaparecido Pedro García Carrillo. Allí permaneció desde su apertura en 1948 hasta su cierre en 1987 como encargado de la fabricación de productos sanitarios. Su amor por la agricultura le llevó a fundar la Asociación de Defensa Vegetal El Progreso.
Más tarde impulsó junto a Jesús García Brunton, Antonio Gómez, Antonio Joaquín Martínez y Ángel Gómez, entre otros, la cooperativa agrícola Valle de Abarán, y durante muchos años ejerció como tesorero de la Sociedad Agraria de Transformación Los Dones, ubicada en la carretera de Fortuna-Archena.
No queda ahí el trabajo de este «buen hombre», como lo calificó el cura José María Hidalgo en su homilía. Junto a Jesús Gómez Montiel montó hace más de cincuenta años la joyería Jesymar, hoy regentada por Elena, hija de él, y David, hijo de este último. Y entre medias, se sacó la titulación de practicante, participó en comunidades cristianas de base e impartió cursillos prematrimoniales en San Pablo. Su hijo mayor, David, recordó que su padre «era muy creyente y muy comprometido con la doctrina social de la iglesia».
También desempeñó tareas en política. Fue concejal con el PSOE en Abarán en las legislaturas 1979-1983 y 1987-1991 en la oposición. Desde Santomera, donde vive, el único edil socialista superviviente de la primera legislatura, Antonio Joaquín Martínez Molina, destacó de él «su amor por el trabajo, todo lo que se proponía lo conseguía y siempre estaba al servicio de los demás».