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Mariano Ortega Martín

MURCIA, 30 de agosto de 2012

Una vida dedicada al Entierro de la Sardina

JOSÉ MARÍA MARTÍNEZ


La familia sardinera está de luto. Y si los sardineros están de luto, todos los amantes del Entierro de la Sardina también lo están. Mariano Ortega deja un hueco difícil de reemplazar, pues su labor como vicepresidente económico de la Agrupación Sardinera, la mayoría de las veces callada, era un pilar básico a la hora de hacer posible que nuestro internacional festejo recorriera las calles de la ciudad. Su constante batallar con las entidades públicas a la hora de justificar las aportaciones que hacían al festejo le costaban muchas noches de vigilia, pues siempre faltaba algún nuevo documento que aportar a la documentación.


Mariano Ortega, que se inició como sardinero en el grupo Júpiter en 1965, pudo ser presidente de los sardineros bastantes veces, pero prefirió trabajar en el anonimato apoyando a cuantos han ocupado ese cargo.


En 1975 fue uno de los fundadores de la actual Agrupación Sardinera, junto a José Carreres Alfonso, Francisco Ruiz, Fernando Alcaraz, Dionisio Yánez, Jerónimo Mateos y un nutrido grupo de amantes del Entierro de la Sardina que lograron que el festejo se modernizara y consolidara al margen de los vaivenes políticos. También en 1975 creó, junto a otros sardineros, el grupo Plutón, del que fue presidente hasta el momento de su fallecimiento.


Pero por encima de todo Mariano Ortega era un sardinero. Disfrutaba del festejo cada año como si acabara de incorporarse. No había fiesta en la que no participara: desde los extinguidos bailes de disfraces hasta la más modesta fiesta de cualquier grupo sardinero que le invitara. Siempre estaba disponible para representar a la Agrupación Sardinera en cualquiera de los acontecimientos a los que era requerido.


A cuantos le conocimos nos va a resultar difícil disfrutar plenamente el próximo Entierro de la Sardina. La ausencia de Mariano y de Manoli, su esposa, en cualquiera de las actividades que se programen, tendrá ese sabor agridulce que nos hace sentir que algo falta, que no estamos todos los que deberíamos estar para disfrutar plenamente de la fiesta. El nutrido grupo de amigos que cariñosamente le llamábamos 'Tito' no tendremos la oportunidad de poder gozar con su compañía. Pepe Ruiz, su 'sobrino'; José Antonio Gómez, su 'sobrino médico', y otros muchos 'sobrinos' entre los que me cuento, nos hemos quedados huérfanos de un hombre de conversación irónica y amena que ha dejado una enorme huella en nuestras vidas.


Su esposa, Manoli, sabe muy bien el gran aprecio y afecto que todos los sardineros profesamos a su marido. Reciba nuestro cariño y transmita a sus hijos Mariano y Antonio nuestro pesar por el fallecimiento de Mariano.