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Luchadora, generosa y humilde

Murcia, 15 de marzo de 2021

Esta es la carta más difícil. Lo es porque tocaba dentro de muchos años. Te quedaban tantas primaveras aún... Hoy siento dolor, mucho dolor. Pero también gratitud por haberte tenido en mi vida. Porque un día decidiste confiar en mí y fue para siempre. Has sido la mejor amiga, hija, esposa y madre, como pocos ejemplos pueda haber. Has dedicado tu vida entera a los demás, siempre entregada a tu familia y amigos, a tu querida madre, a tu gran amor, Salva, y a tu deseado hijo Juan, pero también a todos aquellos que ahora te lloran. Porque así eres tú, Inma, una persona noble y servicial.


Te involucraste activamente en la Asociación de Párkinson de Cartagena, porque lejos de hundirte, luchaste con todo tu esfuerzo como una gran guerrera. De esta forma te convertiste en toda una jardinera, agricultora, creativa, cocinera, profesora, guía turística y tantas cosas como cualidades tienes. Y lo conseguiste haciendo gala de todo aquello que te identifica y que te hace tan especial. Tu gran inteligencia, tu enorme generosidad, tu fantástico sentido del humor, tu humildad y, cómo no, tu amor por el arte y la cultura, unido a tu sabiduría histórica y política.


Por eso hoy quiero despedirte recordando tu legado, la herencia que has dejado por tu intachable forma de ser, tu saber estar y tu bondad. Siempre un consejo sabio, una respuesta acertada, una mano amiga.


Nunca te olvidaremos Inma, ni tampoco el precioso homenaje de tu funeral, la misa rociera cantada por tus grandes amigos de Jerez, la hermosa poesía recitada en tu honor, la 'Salve rociera y cartagenera' que se clavaron en lo más profundo de nuestros corazones, los aplausos ensordecedores que inundaron la basílica de Santa María y la calle del Aire, solo para ti, y portada a hombros con cariño y el mayor de los respetos, tal y como te merecías. Y lo cierto es que no pudimos sentir más orgullo y emoción todos los que te queremos.


Querida amiga, te vas y es mucho el vacío que dejas, pero nos queda tu ejemplo, tus ganas de vivir y los momentos compartidos a tu lado. Me quedo con estos versos que un buen amigo te escribió: «Hoy la pena nos revela / pero la esperanza brota / mientras que tu alma vuela / hasta la isla remota / donde terminan las penas / y se olvidan las derrotas. / Inma se puso en camino / con sus dos botos camperos / con su falda de colores / y su andar cartagenero / pisando por las arenas / fue recogiendo romero / junto a las flores silvestres / que brotan por el sendero. / Otras palabras no caben, / cuando se acaba el vivir / de este sueño nunca sabes / si despiertas al dormir. / Como otro lucero más / estás brillando en el cielo, / saliste de nuestro suelo / y tu destino es brillar».


Que la Virgen del Rocío te guarde siempre y que junto a ella puedas seguir bailando y cantando esas sevillanas que tanto te gustan. Nos volveremos a ver. Descansa en paz.