Juan Moreno
Murcia, 30 de octubre de 2012
Un incansable trabajador que deja huella
PIEDAD GUILLÉN PARRA
Hay personas que irrumpen en tu vida en silencio y otras que en muy poco tiempo entran causando un gran estrépito. Dejan huella. Juan Moreno era de esas últimas personas. Comprensivo, paciente y un incansable trabajador. La primera vez que lo vi, la primera vez que lo vimos muchos, iba con su cámara, su compañera de viajes y fatigas. Porque fue un viaje con muchas fatigas. Corría el año 1984 y llevaba la corresponsalía de Jumilla y Yecla, trabajando como cámara para Televisión Española para más tarde establecerse como Productora Murciana y lo que hemos conocido después como Grupo de Medios.
Decían de él que era el único disponible para hacer la procesión del viernes de Dolores, la procesión del Vía Crucis del Socorro de Cartagena, que sale a las cuatro de la mañana, aunque fuera por cuatro duros. Y su disponibilidad 24 horas día y noche durante todo el año hizo que poco a poco llegará a cubrir los eventos de la Región en cualquier lugar. En las inundaciones de Murcia o cualquier suceso imprevisto, ahí estaba Juan Moreno. No le importaba madrugar. Entraba el primero en el despacho y salía el último. Y para hablar, un ratico en el coche para 'resolver el mundo' o un café, sin prisas.
Aunque tuviese trabajadores a su mando, él era uno más de los que se remangaba la camisa ante un problema y salía corriendo. Una virtud muy escasa en estos tiempos que corren y en una situación como la nuestra, en la que no importan las horas para salir detrás de la noticia.
Vivió por y para sus hijos, Lola, Juan Alfonso y Sergio, y sobre todo, para su mujer, Antonia Mari. Porque todo aquel que lo conocía sabía que todo lo hacía por ellos. Y en silencio siempre para no preocuparlos. Alguno incluso piensa que eligió el sábado para irse para no perturbar el trabajo de la semana…
Lidiaba como nadie con sus trabajadores (Rubén, Carmen, que lo adoraban) como en una plaza de toros de cartel muy, muy grande en la que cuando acabas la corrida todos aplauden. Sabía escuchar como ningún otro.
Y ahora que me voy a dormir me viene a la cabeza una frase: por qué siempre se van primero los buenos…
Piedad Guillén Parra es miembro de la junta directiva de la ARTV Murcia