Gregorio López López
Otras localidades, 15 de mayo de 2024
Un científico de formación humanística
ÁNGELA MOLINA
La Academia de Ciencias de la Región de Murcia, la Facultad de Química y la Universidad de Murcia están de luto. El pasado día 12 nos dejó nuestro querido profesor Gregorio López López, catedrático de Química Inorgánica jubilado y apreciado compañero de la Academia. Gregorio ha sido uno de los pilares más respetados de la Facultad de Química, con una dilatada trayectoria investigadora de la que ha dejado un importante legado que perdurará en las siguientes generaciones. Basta decir que es uno de los pocos profesores que ha dado nombre a un laboratorio de la citada facultad.
Fue pionero del avance del conocimiento en el área de la Química Inorgánica en la Universidad de Murcia a nivel internacional, la cual ha perdido un insustituible referente. También fue director de su departamento por un largo periodo. Entre sus incontables méritos cabe destacar un extenso número de publicaciones científicas, la consecución de numerosos proyectos competitivos, la dirección de veintiséis tesis doctorales y la mentoría de numerosos profesores y catedráticos de universidad. Fue realmente un auténtico científico dotado de una espléndida formación humanística.
Merece la pena resaltar, además, que Gregorio ha sido un claro ejemplo en el que se dieron cita el conocimiento curricular y específico de su materia y el arte de enseñar. Por ello, ha sido considerado por las distintas promociones de estudiantes, y a lo largo de muchas décadas, como uno de los mejores docentes de la Facultad de Química. Un profesor extraordinario y ejemplar que ha dejado huella. Un profesor que jamás escatimó esfuerzos para ayudar a sus alumnos a aprender la materia que él dominaba. Sus antiguos alumnos, entre los que se encuentran varios miembros de esta Academia, así lo reconocen. A esto habría que añadir otra de sus señas de identidad, cual fue su arte a la hora de esquematizar el tema a desarrollar: sus pizarras nunca las olvidaremos. A todo ello, habría que sumar su amabilidad y generosidad en el trato con sus alumnos.
Pero dejando aparte su faceta académica, Gregorio será recordado también por su cercanía, bondad, buen humor y capacidad de convicción. Ha dejado un gran impacto en la vida de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Los componentes del grupo de investigación que dirigió y sus compañeros lo hemos considerado y querido como se quiere a un verdadero amigo. Descansa en paz, querido Gregorio. Tu recuerdo perdurará siempre con nosotros en tu querida Facultad de Química y en nuestra Academia de Ciencias de la Región de Murcia.
[Ángela Molina, en representación de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia]