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Fulgencio Martínez Dólera

Murcia, 17 de enero de 2012

Ejemplo de pundonor, sacrificio y tradición

PEPE DÓLERA

Tuvo que ser la mañana del 31 de diciembre cuando sucedió el esperado desenlace final de su corta vida. Apenas le faltaban 69 días para llegar a su mayoría de edad , algo que esperaba con gran ilusión, ya que deseaba poder participar, como español, en unas elecciones y ejercer su derecho al voto. Debido a la enfermedad degenerativa que padecía, sus movimientos estaban muy limitados; la vida le llegaba a través de la televisión. Vivía con intensidad todos los acontecimientos sociales, políticos y deportivos.

Su corta vida ha sido un ejemplo a seguir, siempre con una sonrisa en sus labios, soportando ingresos hospitalarios, pruebas médicas e intervenciones quirúrgicas. Dentro de sus circunstancias, era un niño feliz. Era fiel seguidor del Real Madrid y del Real Murcia. Y se sentía un molinense de tradición, al que le gustaban todas las costumbre y tradiciones de su pueblo y las vivía en la medida de sus posibilidades.

Durante su infancia, cursó estudios en el colegio San Jorge de Molina, y después pasó al colegio Tierno Galván y al instituto Cañada de Molina de Segura. En todos los centros tuvo grandes amigos, entre alumnos y profesores, que le apoyaron en su enfermedad, y que hoy lamentan su irremediable pérdida.

Sus padres son un ejemplo a seguir, cuidando y dándole cariño las veinticuatro horas del día. Ellos dedicaron a su hijo todos sus esfuerzos, tratando de que su enfermedad fuese lo más llevadera posible, buscando resignación y sacando fuerzas para no entristecerlo. La ausencia de Fulgencio en esta vida ha creado un inmenso vacío a toda su familia y amigos. Descanse en paz.