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Francisco Martínez Sánchez

Otras localidades, 5 de febrero de 2025

El último viaje de Paco

JAVIER BALLESTA

Nos ha dejado Francisco Martínez Sánchez, en el primer sábado de febrero, sin avisar y cuando intentábamos desconectar del mundanal ruido se nos coló la triste noticia. Nunca pensamos que nuestro querido Paco se marcharía de repente, lo veíamos muy bien, llevaba los años con bastante disimulo, con ese estilo tan inconfundible, aunque imagino que la música iría por dentro. Una fuerte desgracia –me decía su amigo Julio Cabero– una pérdida irreparable para todos, pero muy especialmente para a esa gran familia a la que supo cuidar junto a su inseparable Conchita, sus hijas Diana, Nuria y el benjamín Francis, que tiene un gran parecido con su padre, en la manera de comunicar. Quienes tuvimos la gran suerte de compartir toda una vida académica con Paco Martínez, nos ha dado mucha pena que nos haya dejado. Si tuviera que ponerle un titular a su perfil, destacaría que se ha marchado una extraordinaria persona y un gran profesional que practicaba como nadie la bonhomía y la generosidad; era muy servicial y un gran mediador.

Su fidelidad era grande, siempre fue amigo de sus amigos; de los viejos y de los jóvenes, y de otras personalidades relevantes que no destacaré por ser muchos y no quisiera dejarme a alguno en el tintero. Su currículum refleja la pasión de un docente pleno, desde maestro nacional, hasta investigador y gestor universitario. Director en el CEE Primitiva López de Cartagena y responsable de Recursos Audiovisuales, en el ICE de la Universidad de Murcia (UMU). Estudia Pedagogía (1980) en Murcia y se hace cargo de la asignatura de Tecnología Educativa. Doctor en Pedagogía (1985), con una tesis doctoral sobre 'La informática en la enseñanza', en 1986 accede a la titularidad en el área de Didáctica y Organización Escolar, en la especialidad de Tecnología Educativa. Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación y director del departamento de Didáctica y Organización Escolar, de forma especial destacaría su gran labor en el Centro de Recursos Audiovisuales (CRAV) de la UMU, como director durante mucho tiempo.

Paco Martínez ha sido pionero y referente de la tecnología educativa, dentro y fuera de nuestro país. Su colaboración con la Asociación de la Televisión Educativa Iberoamericana, como representante de la UMU durante varios años, fue muy importante, así como su actividad en el Instituto de la Comunicación, junto a Antonio Montoro, organizando estudios sobre los medios de comunicación. De forma especial destacaría su papel en la creación de la Asociación Internacional para el desarrollo de la Tecnología educativa y de las Nuevas tecnologías aplicadas a la educación (Edutec) desde 1997, asumiendo la presidencia con una gran proyección internacional, así como su participación en el comité evaluador externo de la Sinae, dependiente del Ministerio de Educación de Costa Rica en temas relacionados con la enseñanza a distancia, impartiendo formación especializada a responsables de formación en Latinoamérica y en instituciones españolas.

En el recuerdo de quienes fuimos sus alumnos de Pedagogía, lo tuvimos como un magnífico profesor que enganchaba con su oratoria, gran comunicador que dejó una huella imborrable. En mi caso, además, fue mi director de tesis, la primera que dirigió y nunca olvidaré su ayuda. Quienes tuvimos la suerte de tratarlo de cerca y de aprender de su magisterio, reconocemos su nivel científico, su grandeza desde la sencillez y su gran capacidad para gestionar.

En noviembre de 2013, en su jubilación, nos regaló una rosa blanca a quienes le despedimos, una muestra más de su generosidad, por haber compartido su tiempo. Ahora le recordamos desde «la nostalgia de un tiempo que creímos eterno y que cada vez se nos hace más fugaz», como me escribía el periodista Diego Vera, al comunicarle su fallecimiento. Así es, ante esta pérdida irreparable, nos queda la imagen de lo mucho que aprendimos de él. Su ejemplo nos hará seguir adelante en esta vida que nos empuja hacia ese final que siempre llega. Descanse en paz.