El último adiós a un hombre sabio
Cieza, 8 de enero de 2020
Obituario José Cano Hernández
José Cano Hernández recibió ayer el último adiós de sus dos hermanos, Pedro y Jesús, y de los miles de vecinos y amigos que se acercaron hasta el tanatorio de Cieza, donde se instaló la capilla ardiente. La iglesia de San Juan Evangelista de Blanca acogió la eucaristía por el eterno descanso de su alma. El hermano del afamado pintor blanqueño expiró en el Hospital Morales Meseguer de Murcia, donde se encontraba ingresado desde hacía semanas tras un empeoramiento de la enfermedad que padecía.
José Cano nació en mayo de 1936 y fue uno de los últimos niños que pudieron ser bautizados en Blanca. Con una infancia difícil y marcada por la contienda civil, creció y a los 19 años tuvo que coger las riendas de su casa después de que su padre falleciera con tan solo 46 años. Junto a su madre, José se hizo cargo de un pequeño puesto de venta de pescado en la calle, pero a base de mucho esfuerzo se convirtió en una tienda en la que después se incorporaron sus otros dos hermanos, Jesús y Pedro.
Pedro Cano destacó ayer de su hermano, sobre todo, su sabiduría, su capacidad de conocimiento y su sentido de la educación. «Mi hermano leía y leía. Todos los días leía dos o tres periódicos, pero no solo lo común, sino cualquier cosa por difícil y poco interesante que fuera. Leía todo lo que caía en sus manos y estoy en condiciones de afirmar que era una de las personas que yo he conocido con mayor conocimiento de política internacional», contaba Cano emocionado.
El pintor de Blanca aseguró a este diario que su hermano era «sencillo, coloquial y que todo el mundo lo quería. Era alguien que sabía los nombres de todos los vecinos, de sus hijos, de sus nietos... Tenía una capacidad de memoria que impresionaba; nunca me cansaré de decirlo».
Para Cano, «José fue una pieza clave para nuestra subsistencia y tras el mazazo de la prematura muerte de mi padre. Después, cuando murió mi madre, hicimos los tres más piña aún. Su ida nos va a costar superarla», explicó el pintor.
Rostros conocidos
Por el tanatorio de Cieza y la misa funeral en Blanca pasaron cientos de personas conocidas. El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, fue uno de ellos. En este sentido, Pedro Cano quiso agradecer las muestras de condolencia que viene recibiendo desde que se conoció el fallecimiento de su hermano y, en especial, dio las gracias a los enfermeros y auxiliares que lo atendieron en el hospital Morales Meseguer. «Lo han tratado como a un príncipe», señaló el pintor.
José Cano era además patrono de la Fundación Pedro Cano, la entidad que salvaguarda la obra artística de su hermano menor. «Como sabio que era, supe desde el primer momento que mi hermano tenía que pertenecer a la Fundación, y en ella ha estado desde que la fundamos en enero del año 2009, poco antes de construirse el edificio que nos alberga en Blanca». José Cano fue incinerado a última hora de la tarde. Descanse en paz.