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Cuando la amistad es pura

Murcia, 12 de octubre de 2020

Obituario José Antonio Contreras López

La amistad es más o menos como un libro... Hay amigos para una sola página. Otros para un capítulo entero... Y luego están los verdaderos que estarán presentes ¡para toda la historia! Así es como pensábamos y opinábamos los que acompañábamos a José Antonio Contreras López el pasado viernes en su última estancia en este mundo lleno de bondades, excelencias y también de grandes y a veces insospechados avatares. 'Jose' era cofrade, festero, huertano, pero, sobre todo, amigo de sus amigos y nada defensor de la polémica, ni del debate sin fuste o nada que inicialmente no fuera aclaratorio. Prefería callar, consentir y razonar, pero siempre con ese gesto de amabilidad desbordada. Es verdad, todos, y somos muchos, los que le conocíamos, coincidimos en que es su calificativo más exacto.


Zarpazo brutal, inesperado, frío, el que nos diste el pasado jueves, yéndote tan bruscamente sin avisar. A veces es difícil de asimilar, de comprender esta vida tan efímera, pero real, que tan pronto llega como se va. Fundador de la Hermandad de la Flagelación, estante del Cristo del Amparo y también del Nazareno de la procesión del Cristo de la Salud, semanasantero y muy implicado directamente en todo lo que suponía de nazarenía, que desprendía por todos los poros de su cuerpo. Cofundador de la kábila Almohades de Murcia, boy-scouts y huertano de peña folclórica, ¿qué más te faltaba para tu alegría festiva, tradicional y murciana? Lo que sí está más que claro es lo que hemos aprendido de la trayectoria que nos has dejado de tu vida tan intensa: valores, participación directa en todo lo que te implicabas e integrado sin rencores ni aspavientos en todos los saraos en los que te movías.


Será difícil asimilarlo y, mucho más será consolar la pena. Sabemos que echabas muchísimo de menos a tu Pili, pero egoístamente podrías haber esperado un poco más. Aquí aún hacías falta. Muchos de los que tuvimos la enorme suerte de conocerte coincidimos en lo mismo, eras de esas personas buenas, de esas que, aunque pase el tiempo, siempre está en los momentos importantes, con la misma sonrisa y algún chascarrillo divertido.


Aún recuerdo veros a ti, a tu Pili y tus hijos bien pequeños. Desfilando y disfrutando. Sintiendo la música y los trajes. Y haciéndonos reír mucho. Recuerdo a tu hija Pili, durmiendo tranquilamente cerca de esos altavoces que retumbaban música hasta bien entrada la madrugada. Les enseñasteis a sonreír, a disfrutar de la vida que, aunque es muy injusta, hay que saber aprovecharla, y eso tanto tu mujer como tú, lo sabíais hacer bien. Reír y hacer reír.


Os habéis marchado antes de tiempo. Una lección difícil de aprender y superar, sobre todo para la gente que tanto os quería, sobre todo para vuestros hijos. Cayetano y Pili, vuestra viva imagen, el mejor legado que podíais dejarle a la humanidad. No os preocupéis, sabemos que les guiaréis en esta dura travesía que les ha tocado vivir y, los que estamos cerca, intentaremos ayudarles a remar.


Somos muchas, muchísimas las personas que os queremos y, hablo en plural, porque Pili, esa mujer de ojos brillantes y sonrisa dulce, luchadora titánica, protectora de los suyos, está ahí, deseando seguir a tu lado en esa otra vida que llaman eterna. Contreras, como muchos te conocíamos, te vamos a echar muchísimo de menos, y te recordaremos, cada día más, pero prometemos hacerlo como lo solías hacer tú, con una sonrisa. Gracias por habernos dejado compartir este trozo de vida vuestro. Nos volveremos a ver, amigo.