Cocinero de lujo, soltero de oro y bellísima persona
Murcia, 26 de septiembre de 2020
ObituarioFrancisco López López
Víctima de una larga enfermedad, el municipio de Ricote ha perdido a una «bellísima persona y amigo de sus amigos». Así lo recuerda el que fuera quizás su mejor amigo y 'alma mater', y quien lo cuidó y atendió durante muchísimos años, José Antonio Saorín Rojo 'El Lirones'.
Francisco López López, 'El Zocato', falleció hace escasos días en el Hospital Morales Meseguer, de Murcia, a la edad de 85 años. Soltero de oro y hombre polifacético, fue agricultor durante muchos años. Según recuerda Alberto Guillamón, «se marchó a Nimes (Francia) durante cuatro temporadas a la vendimia y a su regreso le tocó la Lotería Nacional en el año 2001 con un premio de diez millones de las antiguas pesetas a una sola papeleta»
Todo un referente en la colombicultura, donde se granjeó su mayor popularidad y simpatía, ocupó puestos relevantes en el escalafón. Contó con palomos de una talla excepcional, como 'El Cordobés', 'El Mimoso', 'El Pitufo' o 'El Gasolinas'. Otra afición que dominó a la perfección fue la de la cocina, especialidad en la que, con productos naturales y excelentemente manufacturados, tenía una oportunidad extraordinaria para manifestarse. Entre sus menús más ricos, sobresalían la paella de marisco, el hervido y los caracoles en salsa. Como plato estrella, la ensalada de lizones.
El fútbol ocupó igualmente un lugar en su vida y ejerció con brillo en el legendario Club Atlético Montañés. Jugó de medio izquierdo, de ahí el apodo de 'El Zocato'. No sería justo eludir la presencia, en su vida, de tres mujeres que tanto han contribuido a incrementar su felicidad y a celebrar sus deliciosos platos. Ellas son María Elena Moreno, Isabel Guillamón y Adelaida Saorín. E igualmente digna de mención es la labor que desarrollaron al máximo nivel de exigencia y espíritu de servicio los hermanos Isidro y Aníbal Yepes Guillamón, que suplieron con generosidad y altruismo sus carencias afectivas y atendieron sus necesidades vitales, hasta las más delicadas, con la mayor entrega y diligencia. Descansa en paz.