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Carmen Guzmán

MURCIA, 13 de abril de 2014

Lo compartía todo, sin límites

CARMEN CASTELO

Era una realidad que tenía que llegar pero que resultaba inasumible. A pesar de que el cáncer que padecía Carmen Guzmán iba apoderándose de su cuerpo y de su alma, cuando desgraciadamente ha llegado el momento, su pérdida ha sido impactante. Y lo ha sido porque es una pena tener que decirle adiós para siempre. Es cuando te haces a la idea de que Carmen Guzmán ya no va a estar más físicamente entre nosotros, con todo lo que esto significa.

Carmen tenía pasiones que confesaba y compartía, la política, el sindicalismo, el ciclismo, sus padres, sus hermanos, sus sobrinos… y para todos y con todos ponía el mismo entusiasmo al hablar. Conocí a Carmen hace 25 años, cuando llegué a Murcia y siempre le agradecí que compartiera conmigo su conocimiento, su experiencia, su sabiduría… pero hoy quiero, además, reconocérselo públicamente, confiada en que muchos compañeros se verán reconocidos.

Sin ir más lejos, en la improvisada tertulia que se organizó en su velatorio con los periodistas Pilar Benito, José Antonio Montesinos y Paco Sánchez, coincidíamos en asegurar que «lo mejor de las ruedas de prensa eran los debates que se organizaban después en torno a un café o una cerveza». Y doy fe, porque Carmen Guzmán tiraba de su bagaje y te explicaba, contaba, analizaba y situaba sobre el acontecimiento que fuera. Lo mejor era que si le preguntabas te contestaba y no desistía hasta que lo habías comprendido y tenía la certeza de que habías resuelto tus dudas. Era un gesto de generosidad que siempre protagonizaba.

No se guardó nada, lo compartía todo en un ejercicio altruista sin límites. A Carmen hay que agradecerle que se introdujera en el camino del periodismo, en una profesión de hombres, con una elegancia que solo las grandes como ella podían hacerlo. Porque aunque caminara de puntillas para no destacar, sus pasos eran firmes, seguros, con un objetivo: ser fiel a la realidad.

Adoraba a sus padres, a quienes con un inmenso y lógico dolor tuvo que decir adiós, pero sabía que sus progenitores habían creado una gran familia que conformaba con sus hermanos Paco y José Antonio.

Es de admirar el ejemplo que ha dado su hermano José Antonio, que ha pedido una excedencia como magistrado para dedicarse en cuerpo y alma a su adorada hermana. Hasta última hora le leía el periódico para que se mantuviera informada.

Pero no solo su familia conformaba su universo emocional, también sus amigos, por quienes se desveló hasta que tuvieron que desvelarse por ella. Carmen Guzmán, ha sido un lujo conocerte. Gracias por todo.