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Basilio Gómez Castaño

Otras localidades, 18 de agosto de 2024

Un alcalde noble y educado

JESÚS YELO

La familia del PP de Abarán, pero también muchos vecinos y amigos, están de luto por el fallecimiento del abogado Basilio Gómez Castaño (Abarán, 1952), que fue alcalde del municipio entre 1999 y 2003. Anteriormente, fue concejal en la legislatura 1991-1995, así como primer teniente de alcalde entre 1995-1999.

Conoció a su mujer, Amparo Cabañas González, en Salamanca y contrajo matrimonio el 23 de diciembre de 1978 en la iglesia de la Virgen de la Luz (Cuenca) y con la nieve como protagonista. Tenía un hijo, una hija y cuatro nietos por los que sentía adoración. Era el menor de tres hermanos. Sufrió un ictus en 2006 que, a lo largo de estos últimos años, ha ido degenerando en diversas patologías. De hecho, a raíz de esta enfermedad, se trasladó a residir a la ciudad de Murcia un año después.

Bajo su mandato en la alcaldía, se produjo la reinauguración del Teatro Cervantes y la plaza de toros, así como la puesta en marcha del Centro de Conciliación para la Vida Laboral y Familiar Celia Gómez Buendía, en Hoya del Campo; los centros sociales en San José Artesano y en la barriada Virgen del Oro; y la puesta en funcionamiento de la depuradora de aguas residuales en Cañada Hidalgo. Todos esos logros cuando ejercía como presidente de la Comunidad Autónoma Ramón Luis Valcárcel. Precisamente, el Consejo de Gobierno de la Región de Murcia le nombró el 29 de diciembre de 2005, director general de Inmigración y Voluntariado, cargo en el que cesó en menos de un año por su enfermedad.

De trato correcto y educado y buen padre de familia, Basilio deja innumerables amigos en su pueblo y en la Región de Murcia. Amante de las tradiciones abaraneras y devoto de los Patronos, San Cosme y San Damián y la Virgen del Oro, sentía pasión por su perro 'Yanko', ya desaparecido.

El cronista oficial de Abarán, José Carrasco, destaca de él «sus buenas maneras y ejemplo de tolerancia», mientas quien fue su adversario político, pero amigo ante todo, Antonio Francisco Gómez, con el que perdió las elecciones municipales de 2003, manifestó ayer, tras enterarse de su fallecimiento, que «he perdido un amigo de la infancia, noble, educado y bella persona», y recordó que, «el año en el que ambos éramos candidatos a la alcaldía de Abarán, adoramos juntos El Niño en mi casa».

Su cuerpo fue velado ayer en el tanatorio de Jesús, de Espinardo, y a continuación fue enterrado en el cementerio de Abarán. El Ayuntamiento ha declarado dos días de luto oficial. Descanse en paz.