Antonio Gea Barberá
MURCIA, 18 de mayo de 2012
Un profesor afable, inquieto y solidario
ANTONIO PUIG RENAU
No es posible recordar de un solo modo a Antonio Gea Barberá. Su personalidad expansiva, afable y polifacética hace que cada uno de sus amigos, alumnos, compañeros de profesión y ciudadanos que tuvieron el privilegio de conocerle puedan aportar como testimonio innumerables anécdotas donde poner de relieve que era un erudito. Infatigable lector que le permitía exponer de forma extremadamente sencilla y clara los secretos de la Geología, la variedad de la botánica regional, un consejo farmacéutico o los secretos de su Alcazarquivir natal.
Pudiendo ser maestro de futuros economistas, eligió dar clase a los alumnos de diversificación, que eran los que más le necesitaban, y les introdujo en el incomprensible mundo de las finanzas y la Bolsa.
Fue un incansable Jefe de estudios en los cursos vespertinos del IES Saavedra Fajardo y allí, con firmeza, suavidad y simpatía lidió con las dificultades de compaginar estudios de alumnos y alumnas que compartían las disciplinas del Conservatorio de Música o la Escuela de Danza.
Persona liberal, inquieta y en constante aprendizaje era para muchos de nosotros un soporte de reflexión y profundidad, que nos transmitía con sus bromas y buen humor.
Era solidario, con la ONG de antiguos residente en Marruecos, a la que pertenecía, promovía proyectos escolares y sanitarios en su país natal.
Esposo de la profesora María Rosa Penalva y buen padre de sus hijos Rosa y Antonio, nos ha dejado muy temprano. Su ausencia nos resulta, además de incomprensible, totalmente injusta para este hombre que tan buenos servicios prestó a esta tierra murciana en la que vino a vivir en su pubertad, que tan bien conocía y de forma tan brillante exponía en sus charlas en los foros de las asociaciones a las que pertenecía, o sencillamente en el mercadillo de antigüedades de los domingos.
Quienes tuvimos el privilegio de conocerle le echaremos mucho de menos.