Adiós a un entusiasta de la música y de la pintura
Murcia, 2 de noviembre de 2019
Obituario Juan Antonio Giménez Ramírez
El cielo cuenta desde el pasado jueves con un artista que llenará de música todos los rincones y que cubrirá de colores todas las nubes. Juan Antonio Giménez Ramírez reunirá a los ángeles más pequeños para enseñarles música, como ha hecho durante tres largas décadas en el colegio Cervantes, de Caravaca de la Cruz, y en la Escuela Municipal de Música. Su alegría, su buen hacer como maestro, su entusiasmo, sus ganas de vivir, su dinamismo y su bondad han conquistado los corazones de varias generaciones de escolares caravaqueños, que han aprendido a amar el arte y la música. Las muestras de cariño y afecto hacia él y hacia su familia se multiplicaron al conocerse la triste noticia de su fallecimiento.
Los pinceles de Ramírez han convertido el colegio Cervantes en un museo. Sus copias de cuadros de Velázquez, Goya, Miró, Dalí, de los pintores impresionistas, de Picasso y de Sorolla, son admiradas a diario por los escolares y por sus familias, convirtiéndose con el paso de los años en una seña de identidad de este centro. Su generosidad le llevó a realizar copias de otras obras que donó a diversas instituciones. Una copia del 'Ecce Homo' de Murillo se puede contemplar en la iglesia La Concepción, y otra del 'Bautismo de Cristo', en la de El Salvador. Entre sus últimas obras figura una colección de recreaciones de clásicos de la pintura que regaló el curso pasado a la comunidad educativa del colegio Cervantes, que se lo agradeció con una actividad en la que participaron profesores, alumnos y antiguos compañeros del centro.
Hace seis años, con motivo de su participación como invitado en la gala de entrega de los premios Príncipe de Asturias, concedió una entrevista a este periódico, en la que relataba con verdadero entusiasmo su experiencia vivida en Oviedo. Había enviado una carta al presidente de la fundación donde le confesaba su admiración por los premios y por la filosofía que los envuelve. «Soy maestro, y el lema de estos reconocimientos, 'con esfuerzo y constancia conseguirás el sol y la luna' que se refleja en la escultura de Miró entregada a los galardonados, es una fuente de inspiración diaria para mi trabajo en el aula. Durante los últimos 25 años he intentado inculcar en mis alumnos el amor y el respeto a la cultura, en general, y a la música y la pintura, en particular», afirmaba.
Diferentes colectivos sociales hicieron llegar sus condolencias a los familiares y a sus compañeros en el colegio Cervantes, donde no solo ha dejado su obra artística; también se le recordará como una persona inquieta, enamorada de su profesión, animador de cualquier reunión, con la sonrisa por bandera y dispuesto a ayudar a quien se lo pedía. «Era el alma de nuestros festivales y los alumnos lo querían muchísimo», comentaba una compañera de profesión. También quedan para el recuerdo los decorados realizados para el teatro Thillier y para las actividades que congregaban a toda la comunidad educativa.
Los compañeros del Conservatorio y la Escuela de Música, así como algunos miembros de la familia que también son músicos, prepararon varias obras para la misa funeral, que tuvo lugar ayer en la parroquia de El Salvador.