El coronavirus acabó ayer con la vida de Ramón Serna, médico del Hospital Comarcal del Noroeste, donde desarrolló su labor profesional como ginecólogo durante más de treinta años. Serna llevaba ingresado varias semanas en la UCI del hospital Los Arcos, como consecuencia de la Covid-19. Durante todo este tiempo, muchas personas, fueran o no pacientes suyos, han seguido muy de cerca su evolución, esperando una mejoría y una recuperación que finalmente no han llegado, falleciendo a los 63 años.
Serna llegó a Caravaca de la Cruz cuando el Hospital Comarcal del Noroeste abrió sus puertas. Este médico ha dejado una imborrable huella entre sus compañeros de profesión y el personal del centro hospitalario, así como en toda la sociedad caravaqueña. Para el recuerdo quedan las horas que dedicó a cada una de sus pacientes, tanto en el acompañamiento y vigilancia de los embarazos como en el momento del parto. Quien escribe estas líneas fue testigo, en dos ocasiones –el nacimiento de mis dos hijos–, del trabajo y el desvelo de este ginecólogo. En la primera, estando a pie de paritorio durante doce largas horas, vigilando los centímetros de dilatación para ver cuándo se produciría el alumbramiento. No faltaba una palabra de ánimo y, aunque al principio no tenía muy claro que el padre pudiera estar presente en el parto, finalmente hasta bromeaba conmigo sobre la posibilidad de haber grabado ese momento o, por lo menos, haber hecho alguna fotografía «para el periódico», bromeó. En la segunda ocasión, la espera fue más corta, pero la profesionalidad fue la misma.
En el perfil de Twitter del área IV de salud publicaron ayer el siguiente mensaje: «Hoy despedimos a un buen compañero, gran ginecólogo y mejor persona. Todos los profesionales del hospital y de los centros de salud del Noroeste queríamos mucho al doctor Ramón Serna y acompañamos a su mujer y a sus hijos en estos momentos tan difíciles. Nunca te olvidaremos, Ramón».
Las muestras de cariño hacia su familia en Caravaca no dejaron de llegar durante toda la tarde de ayer. El entierro será hoy, a las 17 horas, en el tanatorio del municipio. Entre sus compañeros también deja huella. El jefe del servicio de cirugía del Hospital Comarcal, José Luis Pardo, lamentó que la pandemia «se haya llevado también a nuestro querido amigo Ramón Serna». Pardo y Serna trabajaron juntos en este centro durante las últimas tres décadas. El cirujano no dudaba en calificarlo como un «genio», a quien poder confiar tu vida. Sobre su profesionalidad, afirmó que «era un gran obstetra; el mejor que ha tenido y que probablemente tendrá el área IV de salud».
Ramón Serna vivió en sus últimos años una profunda experiencia religiosa que no dudaba en compartir con los demás. Descanse en paz.
Sentimos profundamente la pérdida de una persona tan querida, a la que recordaremos siempre con gran admiración
Apenados profundamente por tan inesperada y a la vez, triste noticia, expresamos nuestro más sentido pésame
Sentimos profundamente la pérdida de una persona tan querida, a la que recordaremos siempre con gran admiración