Coincidiendo con el inicio de las fiestas hemos conocido, a través de una esquela publicada en este diario, la muerte del que fuera alcalde de Villanueva del Río Segura entre los años 1970 y 1979, Luis Gómez Rubio. Unas fiestas que adoraba y en las que siempre ponía su empeño para que fueran mejores, pero que, por desgracia, no podrá disfrutar este año.
Amante y defensor de su pueblo, luchó con enorme ilusión para que su querido pueblo tuviera el esplendor, prestigio e importancia que se merecía. Hombre que no recibió retribución alguna, durante su mandato se realizaron obras que aún quedan en el recuerdo de los villanoveros, como la restauración de la antigua residencia de ancianos Santa Isabel, la construcción de la Ermita de San Roque -de gran significado- y la restauración de la Plaza Mayor, llamada de la Constitución, a la que le dio una gran belleza gracias a su fuente central rodeada de jardinería, entre otras.
Su viuda, Francisca Hernández La Fuente, recuerda que su marido amaba y adoraba a su pueblo y a sus fiestas en honor a San Roque y La Asunción, sus patronos. Y también recuerda la gran ayuda económica que obtuvo, tras muchos viajes a Madrid, para la restauración de la residencia que regía la querida sor Rosa Picola Puyol, ya fallecida, y que consiguió gracias a la mediación del entonces director general de Asuntos Sociales, Gabriel Cisneros Laborda, que acudió a su inauguración acompañado de Federico Gallo, gobernador Civil de Murcia. El pasado día 11 tuvo lugar su funeral y el pueblo de Villanueva le ofreció una sentida y querida despedida, demostrándole lo mucho que lo apreciaba. Luis Gómez tenía 81 años.
Nos unimos al dolor de toda la comunidad por la pérdida de tan insigne persona a la que siempre admiramos
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Sentimos profundamente la pérdida de una persona tan querida, a la que recordaremos siempre con gran admiración