Tomás Vicente Sánchez

Albacete, 15 de octubre de 2009

Fue un golpe muy duro por inesperado. Era tal su fortaleza que hasta muy avanzada la enfermedad no manifestó sintomatología alguna. Desde entonces hasta su muerte mediaron muy pocos días. Cuando le visitamos en el Hospital mostró una serena entereza y lo único que pedía era abandonar el lecho y caminar. Era un hombre fuerte, de profundas convicciones morales y de arraigado patriotismo. Sirvió en la Guardia Civil hasta llegar a comandante de puesto en Fuente Álamo.

A principios de los años ochenta, siendo presidente de la Real Academia de Medicina don Isidoro Mínguez Delgado, ingresa como oficial administrativo, permaneciendo en la misma más de 25 años, durante cuatro presidencias.

Durante el periodo de mi presidencia de la institución, sólo tengo recuerdos agradables de él. Tomás resultó decisivo para el buen funcionamiento de la Academia. Era fiel, cumplidor de su deber, puntual, minucioso en su trabajo y de una austeridad espartana, de la que puede dar fe el tesorero. En sesión plenaria de 7 de noviembre de 2002, la Real Academia acordó concederle la Medalla de Plata de la Real Institución por unanimidad, «por el espléndido servicio prestado y por su dedicación y fidelidad durante largos años a la Real Academia de Medicina de Murcia». Ha sido la primera y única medalla de plata concedida por la Academia, que tuve el honor de entregar personalmente en la inauguración del curso 2003.

Ilustrísimo Sr. Don Tomás Vicente Sánchez, descansa en paz.