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Sabía el lenguaje de los pájaros

Fuente Álamo de Murcia, 22 de junio de 2019

Obituario Pedro Luis García

Pedro Luis nos ha dejado. El sentimiento de orfandad habita en nosotros. Era un ser libre, libertad que pudo acariciar hasta el final. Apoyado en lo esencial de la vida (lo material solo en su justa medida); desde ahí actuaba generosamente con aquellos que precisaban atención. Cierto es que a él se acercaban jóvenes de entonces, que afligidos se mostraban en la despedida final. No pretendía ser un personaje, sí demostraban los hechos que lo era. Sus sabias y sobrias palabras llevaban a considerar esta decisión.


En la juventud tuvo lugar su paso por la Universidad de Murcia, donde realizó estudios de Derecho. Esta etapa le llevó a conocer un ambiente convencional, no acomodado a la manera de entender la vida, su vida. A pesar de ello, cubrió este camino sin problemas.


Tras un recorrido fuera de nuestras fronteras, con trabajo no previsto, regresa a nuestro país y, por suerte, ya con familia que atender, acepta un nuevo trabajo, esta vez burocrático. Aguanta a pesar de su poderoso deseo de libertad.


En uno de los intervalos de vida, conocí versos suyos, nada raro por su sensibilidad, que acompañaba a su condición de lector. Él no daba importancia al hecho. Mientras tanto, el tiempo transcurría. El obligado trabajo tuvo su fin. La familia se independizó, sin perder los lazos afectivos.


Pedro Luis decide regresar a su lugar de origen (Fuente-Álamo de Albacete). Amaba la naturaleza, a los seres que la pueblan. Conocía el canto de los pájaros, sus nombres, rutinas y límite de vida, los acariciaba... Era excelente cazador. Otra de sus condiciones era la valentía, no se arredraba ante nada, incluso cuando decía de su posible muerte (dada su delicada salud), ironizaba, comentando de la rapidez del tránsito.


Le gustaba contemplar la llanura, quería con la mirada traspasar el horizonte, encontrar la verdad desde su noble corazón.