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Mucho más que un inmenso y generoso archivero

Unión, La, 18 de septiembre de 2018

Obituario Francisco Ródenas

La historia y la sociedad de La Unión han perdido a uno de sus principales pilares. Francisco José Ródenas Rozas, archivero, historiador, cronista oficial e hijo predilecto de La Unión, nos ha dejado huérfanos a todos los que amamos la historia de una ciudad a la que la minería convirtió en un fenómeno muy especial.


Como profesional de la historia creo que pocas veces he tenido tanta ayuda por parte de un archivero como la que me regaló en su día Paco. Siempre disponible, atento, extremadamente detallista y muy generoso en sus comentarios. Había leído todo lo que se había escrito sobre La Unión y mucho lo había escrito él mismo. Aunque era muy modesto. Nunca se pavoneó de su trabajo. De hecho, me llegó a reconocer que no controlaba todo lo que había publicado.


Geógrafo de formación, Ródenas pronto giró su interés a la historia y la etnografía, donde desplegó una intensísima labor de recuperación de datos y documentación sobre la historia de su pueblo, a la que dignificó con trabajos muy sobresalientes sobre historia demográfica, etnológica histórica, arte y varias guías.


Era una persona muy rigurosa y exigente en su trabajo. Conocía perfectamente su archivo y lo ofrecía con generosidad a todos los que íbamos a él. Así, todo se hacía en La Unión con un criterio exquisito cuando se le consultaba, por lo que sus sucesivos alcaldes han tenido siempre criterio recto y bien fundamentado para poder desarrollar la labor recordatoria del inmenso patrimonio minero e industrial de la localidad; bien fuera para nombrar calles, montar su museo minero, catalogar edificios o documentar sus fiestas.


Muchos somos los que tenemos una deuda impagable con él. Flamencólogos, historiadores y escritores hemos bebido de su infinito anecdotario y su espléndida memoria. No hace mucho el periodista Juan Ramón Lucas reconocía que Ródenas le había hablado por primera vez de la vida de un personaje real, María 'La Guapa', que luego se convirtió en el personaje central de su novela sobre el mundo de La Unión y Portmán alrededor del empresario minero Miguel Zapata 'El Lobo', en plena ebullición de la minería. No escondía nada para sí. Siempre pensaba en la forma de dar a conocer mejor su querida ciudad. A hacer más grande la historia alucinante de La Unión. La California minera del Sureste que había ensoñado Asensio Sáez y que había que poner en su correcto contexto histórico y a la que había que otorgar la luz de la verdad a través de los documentos y los restos que recuperaba con mimo.


Porque así era Paco: pura generosidad para todos. En los últimos meses el flamencólogo Paco Paredes me tenía al tanto de su estado de salud. Muchos creímos, o quisimos creer, que había podido recuperarse para siempre cuando recogió en febrero, con tanta vitalidad y ánimo, su título de Hijo Predilecto de su ciudad. Cuánto siento ahora no haber dejado tantas cuestiones, que no eran tan urgentes, y haberme despedido de él como se merecía. No te olvidaremos, Paco. Gracias por siempre, por tu inmensa humanidad.