La religiosa de Santo Ángel que fue feliz tirando cohetes
Murcia, 24 de agosto de 2018
Obituario Hermana Antonia Gallego López
La hermana Antonia Gallego López, religiosa de las Hermanas de Cristo Crucificado, de Villa Pilar, falleció el pasado miércoles 22 de agosto a los 87 años. La hermana Antonia, conocida como 'la Serrana', conjugó en su persona la fe, la alegría, la fuerza, la iniciativa y el desvelo por los demás, por los otros, a quienes siempre tuvo presentes por encima de cualquier capricho o interés personal, porque el Amor, con mayúsculas, siempre fue el lema que le guió a lo largo de su vida.
Antonia nació el 14 de febrero de 1931, festividad de San Valentín, en la pedanía murciana Cabezo de Torres, en cuya iglesia fue bautizada. Pronto se trasladaría a vivir a Santo Ángel con sus padres y hermanas. Profesó como religiosa de la orden murciana fundada por las madres María Séiquer Gayá y Amalia Martín el 12 de septiembre de 1958. Su energía e iniciativa le llevaron ya ese año a comenzar su actividad religiosa en Cieza y recorrería Fortuna, El Barquero, Elche de la Sierra, El Bojar...
Fue la promotora de innumerables iniciativas ligadas a la Asociación de Antiguas Alumnas y Alumnos de Cristo Crucificado, en cuyas actividades han participado centenares de personas ligadas a la historia de los colegios de Santo Ángel, Alquerías, Moratalla, Mula y Cieza, entre otros muchos. Durante su trayectoria visitó empresas, imprentas, negocios, oficinas, casas, instituciones, siempre pidiendo para otros. Promovió infinidad de convivencias y retiros, para los cuales siempre contó con la colaboración de sacerdotes amigos, especialmente Juan Fernández Marín, quien en su Barranda natal reza por ella en señal de agradecimiento y cariño sincero.
Fue amiga de todos, para quienes tuvo siempre una palabra amable, ocurrente, pícara... Incombustible y santoangera de corazón, la hermana Antonia Gallego no faltó a las citas de la parroquia, a la romería de la Virgen de la Luz, a los actos de la peña El Almirez... Y fue muy feliz tirando cohetes y siendo madrina de la Virgen de la Luz. Su entierro tuvo lugar ayer en Villa Pilar, en Santo Ángel.