La mujer de pulso firme que redactó las leyes de urbanismo

Murcia, 6 de diciembre de 2018

Obituario Concha Cobacho Gómez

La Región ha perdido a la letrada del Consejo Jurídico de Murcia Concha Cobacho Gómez. El 12 de noviembre nos abandonó una excelente jurista de la Administración. Con su trabajo contribuyó al bienestar de nuestras ciudades y pueblos, y en consecuencia de los murcianos.

La conocí a mediados de los años ochenta, cuando era la jefa del Servicio Jurídico de Urbanismo de la Comunidad Autónoma. A mí me destinaron a la sección del Consejo Asesor de Urbanismo, por lo que fue mi jefa más inmediata. De esta manera entré a formar parte en el equipo de funcionarios que ella supervisaba. Concha no me conocía, pero rápidamente me enseñó, sin reservas, todo lo que debía saber sobre el derecho urbanístico. Lo hizo con paciencia, corrigiendo errores y transmitiéndome a la vez, con su ejemplo, todo el buen hacer y el comportamiento que los funcionarios debemos a la sociedad. Fue un lujo verla manejándose en temas legislativos, con una mente clara y precisa. Siempre interpretaba las normas y las interrelacionaba, hasta conseguir que surgiera de ellas una aplicación en justicia y equidad.

Fueron los catorce mejores años de mi vida profesional, nunca había tenido, ni volví a tener, un jefe tan excepcional como ella: sacaba lo mejor de cada persona, ilusionaba con el trabajo; ella te hacía sentir útil y eficaz en todo lo que nos encomendaba.

Concha, con pulso firme, redactó parte de la legislación urbanística de la Región, que fue punto de partida no solo aquí, sino para muchísimas comunidades autónomas, que se inspiraron en ella. También tomaron nota en Cataluña, cuando las dio a conocer en una ponencia durante un congreso estatal sobre urbanismo jurídico celebrado en Barcelona. El Gobierno de la Generalitat le mostró su interés para incorporar a su legislación determinados artículos y capítulos de la normativa murciana, con el objetivo de mejorar su panorama urbanístico.

Todo esto lo sé porque yo la acompañaba en ese viaje y fui testigo de ello. Puedo afirmar que su ponencia hizo brillar a la Región con luz propia, convirtiéndose en la letrada más solicitada de todo el congreso.

Tantas cosas en tu haber, querida amiga, y te has ido tan joven, tan pronto, tantas cosas que te habrán quedado por hacer, en lo personal y en lo profesional. Por eso quiero transmitir mi dolor y pesar para acompañar en el mismo a tu marido Antonio, a tu hermano y hermanas, a tus sobrinos. A todos nos dejas un vacío muy grande, pero al mismo tiempo el corazón lleno de tus buenos recuerdos. Quiero incluir en este dolor a personas que yo sé que fueron importantes en tu trayectoria profesional, a la vez que personal: Felipe Iracheta, Pepe García y José Alberto Sáez de Haro, tu primer director general. También destaca José Salvador Fuentes Zorita, por aquel entonces consejero de Política Territorial y Obras Públicas, que confió en Concha, en su saber hacer. Tú nunca defraudaste a nadie.

Mejores amigas

Tampoco puedo olvidarme de tus mejores amigas, entre ellas Mari Paz Jiménez, Rufina Campuzano y Lola Paz. Todos los amigos que hemos compartido tu vida sentimos ahora, tan cercana, tu pérdida con dolor, pero también la alegría de haberte conocido.

Hasta siempre, mi ejemplar jefa y amiga, descansa en paz. La vida ha sido muy corta para ti, pero muy fructífera, y siempre estarás en nuestro recuerdo. Por último, quiero aprovechar para decir a los que habitamos esta Región y que no tuvieron el placer de conocerte, que cuando descansen o disfruten en un jardín de su ciudad o pueblo, posiblemente salvado de la vorágine urbanística, fue porque tú lo protegiste siempre.