La culpa la tiene el mundo o el infinito interno
Murcia, 5 de junio de 2015
Obituario Francisco Miranda Terrer
«El Estado no es quién para decidir lo que uno hace o no con su cuerpo. Así en el aborto, la eutanasia, las drogas, el sexo, el alimento, los libros, la música o cualquier otro uso o costumbre que no dañe a otro. No tiene derecho a dictar leyes para defender a los individuos de sí mismos. Sorprende que la mayoría de la gente resista (y elija) ser guiada a palos en la multitud. Es natural que los lobos y las hienas estén desatados, devorándonos como carroña de sumisión acumulada, de tanta fe como escaso amor propio. Que en el fondo son buenos, los políticos profesionales, dicen, que creamos en ellos, que su actividad es digna y necesaria, pero convierte la vida en mierda pese a que la vida está llena de milagros a los que ellos son ajenos, los que mandan y legislan, Mefistófeles palidece ante ellos».
No encuentro mejores, ni más duras, palabras para introducir esta despedida a nuestro amigo que se ha marchado recientemente, que están halladas en su blog 'El infinito interno'. Tal vez no sean las esperadas, ni las más adecuadas en este momento, pero así era Paco. Su insobornable rebeldía bebía de las fuentes más puras, inaccesibles para la gran mayoría del resto de los mortales.
Entre las múltiples y variadas aventuras que emprendimos juntos, recuerdo con especial cariño el fanzine 'La Cabra', que apoyamos con ilusión unos cuantos de los muchos amigos bajo su inspiración, cuyo número final, 'El Testamento de La Cabra', es de imprescindible lectura para todo ser humano del planeta Tierra y parte de los alrededores. Lúcido como pocos, disecciona esta época loca en la que estamos inmersos, la era de la 'tecno-barbarie', la adolescencia de la humanidad. Esta Murcia pantanosa, esta España esperpéntica, esta Europa vieja y caduca, este mundo desde que es mundo... de estos lodos de la ciudad de los dos llantos a la universalidad.
En vida siempre luchó por sus ideas, de manera vehemente, sin concesiones. Era para mí un referente del librepensamiento, seremos muchos los que coincidiremos en esto. Su conocimiento enciclopédico literario, sus estallidos de risa escándalo-maravillosa, los visionarios aforismos y resto de textos que nos ha legado, su pasión por la pintura y por la fiesta, su sinceridad y honestidad brutal e intensa espero que iluminen nuestros pasos. Lo vamos a necesitar dados los tiempos que corren; tiempos en que personas buenas no tienen más remedio que volverse duras e impenetrables si quieren subsistir.
El tipo que probablemente haya cerrado más bares de Murcia no se atenía a razones pacatas. La persona que sufrió el mismo síndrome que 'El Quijote' veía con recelo la ligereza con la que la gente se comprometía para luego probablemente no cumplir. El hombre que estudió derecho para poder defenderse del Estado no soportaba la frivolidad... la que nos rodea cotidiana y continuamente en estos días que nos ha tocado vivir. Mal asunto, este mundo de gladiadores no está hecho para gente sensible. Este entorno hostil en el que sobrevivimos no era para él, para muchos de los que nos quedamos aquí tampoco.
Paco nos ha dejado. No estaremos de acuerdo, pero así es.
Solo me resta acabar como el siempre finalizaba sus dedicatorias ¡Salud y Libertad Paco! El vacío interno que nos dejas también es infinito.