Doña Carmen Hernández Sepúlveda
Albacete, 20 de junio de 2009
Después de sesenta y cinco años trabajando con mi familia, hoy se me ha muerto mi tata.
Siempre llevaré conmigo el enorme orgullo de que me hayas querido y sentido como a un hijo. Para mí siempre tuviste la palabra y el beso que tanta falta me hicieron, y que ahora tanto voy a echar de menos.
Tu recuerdo irá siempre tatuado en mi alma por el resto de mi vida.
Luis Miguel Murcia Perona